miércoles, 28 de mayo de 2014

La historia comienza así

La vida es rara, un día vas y naces en Logroño. Seis años más tarde a tus padres se les ocurre que deberías aprender inglés cuando nadie más lo hace a esa edad (estamos hablando de principios de los 80). A los 16 te vas al estado de Nueva York con unos amigos porque tu instituto de Logroño tiene un programa de intercambio (Logroño-Nueva York, lo más normal...). Dos años más tarde te piras a Salamanca a estudiar biología (sí, como Ana Obregón y no, esa comparación, no nos hace ni puñetera gracia)  ya que estás  aprovechas y te haces el doctorado. Mil  años después (igual mil, lo que se dice mil, no... pero bastantes) todo lo anterior conspira en tu favor y te proponen el trabajo de tus sueños en Málaga. Málaga... Málaga!? Yo nunca he estado en Málaga. Soy una andaluzófila confesa pero miro mi carpeta cerebral de Málaga y sólo me viene el Fuengirola Pop, The Hollers y espetos de sardinas. Así que voy a abrir este blog con el objetivo de documentar un, más que posible, choque cultural y para que podáis ver mis progresos a la hora de convertirme en boquerona.